En la escuela de Condoriaco  los pobladores del sector vieron por primera vez  en octubre de 2024  la película Sariri que por espacio de dos años se ambientó y grabó a en la localidad y tuvo la participación de vecinos del lugar. Incluso, una de las protagonistas, Martina González creció en el pueblo.

 

La cinta dirigida por Laura Donoso, relata la historia de las hermanas Dina (16) y Sariri (11) mientras se enfrentan a un embarazo no deseado y a la primera menstruación en  el poblado desértico de La Lágrima donde predomina el machismo y las creencias ancestrales.  “Para nosotros es un momento de mucha felicidad y que estábamos esperando durante dos años y me emociona verlos reunidos acá y sin el apoyo de ustedes esta película no se habría realizado por lo que el objetivo  es que se sientan parte de esto”, destacó Donoso en  la presentación de la cinta.

Explicó que con mostrar este tipo de temáticas se buscó generar  un debate sobre ellas, sobre todo cuando está consciente que en la mayoría de las mujeres genera incomodidad. “Se nos decía que ‘la regla’ era una enfermedad y hemos vivido con eso”,  resaltó.

Tras la llegada de su primera menstruación, Sariri fue exiliada al desierto por unos días, sumado a la incómoda presión de un embarazo no deseado de su hermana Dina. Es por ello que planean  escapar en secreto de la localidad porque crecieron escuchando que ante la primera  menstruación las mujeres debían trasladarse al  desierto luego que la  tradición establece que la sangre contamina la riqueza de las minas.

MÁS ALLÁ DE LAS AULAS

La cinta  fue ejecutada por un grupo de 17 estudiantes de último año de cine de la Universidad del Desarrollo como parte de un largometraje de egreso de su carrera, aunque sus realizadoras resaltaron que siempre tuvieron claro que deseaban proyectarla más allá de una sala de clases. “La participación del pueblo fue fundamental (…) Sabíamos que no era un trabajo sólo para nosotros o realizar una película con efecto para  las vidas personales y laborales, sino que deseábamos tener un lazo con un pueblo y  una cultura que nos estaba abriendo las puertas”, destacó en noviembre de 2022, Isadora Thiele productora de la cinta.

De la misma forma valoró el interés de la comunidad por participar, “había unas ganas de representar tanto la historia como las vidas actuales que existen en esos lugares y a pesar que nuestra película es de ficción trae consigo mucha carga histórica y emocional. Agradecemos mucho las experiencias que nos compartieron las personas del pueblo y la manera de vivir y afrontar la vida”, sentenció.

La ex presidenta de la Junta de Vecinos Johana Aguirre, destacó que instalar los parajes de Condoriaco en el concierto nacional e internacional  fue un gran logro, “decirle a todo el mundo, de la mano de este grupo de jóvenes de la UDD que apostó por nuestro pueblo  que  aún Condoriaco existe.  Emociona todo esto que nos está pasando. Es un sueño, algo de no creer y la oportunidad de darnos a conocer, que somos parte del área rural de la comuna de La Serena, un  pueblo pequeño  y pintoresco, pero que en sus tiempos mozo tuvo mucha gente”, remarcó.

Jaqueline Cortés Lemus igualmente  valora el impacto que tuvo para la localidad. “Nunca  se había realizado una película de estas características en el campo  y, además, lo importante es que los creadores nos pidieron colaboración, incluso, para actuar y me sentí muy bien, dichosa porque nunca pensé actuar en una película. Me encantó la iniciativa”, advierte.

Concuerda que lo más fascinante fue ver el trabajo final, sobre todo cuando efectuaron decenas de tomas, “no teníamos claro cuál finalmente iba a quedar, pero fue emocionante ver el pueblo”, enfatiza.

ORGULLO FAMILIAR

Fantina Cortés Castellano es abuela de Martina (Sariri) y no pudo contener la emoción, “orgullosa de mi nieta y, sobre todo, que se grabara en  la tierra natal de mi padre quien nació y se crio en Condoriaco, fue muy emocionante todo”, manifestó.

Nunca pensó que su nieta podría transformarse en la protagonista, pero todo se conjugó para que se le diera la oportunidad. Habían viajado a Condoriaco  a realizar  algunos trabajos en el terreno de su padre cuando se le acercaron estudiantes de la universidad que estaban hospedados en el colegio y junto con ayudarles le plantearon el proyecto y que andaban buscando quien encarnara el rol protagónico, “y justo estaba Martina con nosotros jugando y la observaron y conversaron con los padres, pero quedaron fascinados con ella”. Tenía recién 8 años, pero se adaptó rápidamente al proyecto. “Como se dice, mi nieta es una seca, quedamos sorprendidos y fue una bonita experiencia”, manifestó.

Don Omar González coincide en lo enriquecedora de la experiencia, “porque, además, también participamos en ella y se dio a conocer Condoriaco  en Chile y el  mundo, lo que significó su historia minera y ganadera”, remarca.

Con este tipo de iniciativa se conecta con el pasado, “me crie en Condoriaco y es como retornar, recordar a  nuestros padres  y a la gente que estuvo viviendo por estos lados”.

Reconoce que en ningún momento pensó que se transformaría en actor de la cinta que marcó su vida, “fue una sorpresa, pero resultó una bonita experiencia, además que Sariri, nació con esos dotes  y habilidad  de ser actriz. Para mí fue algo  emocionante verla actuar como principiante, era como si hubiera estado preparada para eso”, sentencia.

Martina González actualmente tiene 11 años y  coincidió que fue un momento especial y enriquecedor, “nunca había actuado en una película y la oportunidad resultó muy bonita, además recorrer el entorno”. Además, no descarta en el futuro continuar  una carrera de actriz, “me gustó mucho la manera de comunicar”,  subrayó.

 VALORACIÓN INTERNACIONAL 

Hasta el momento la película ha  tenido un buen recibimiento tanto a nivel nacional como internacional.  El 2022 fue seleccionada en un festival internacional para participar por premios de post producción impulsado por  Ventana Sur  en Buenos Aires que justamente se dedica a  promover largometrajes latinoamericanos de ficción organizado conjuntamente por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina (INCAA) y el Marché du Film del Festival de Cannes.

El 2023 ganó el Gran Premio de Cinéma en Construction Cinelatino de Toulouse (Francia) y compitió en la sección oficial de Miami film festival. Además, el 2024 compitió en el  festival de cine iberoamericano de Huelva por el Colón de Oro, su principal galardón, en la sección oficial de Largometrajes.