¿Qué es el Desierto Florido? Esta es una pregunta sencilla y a la vez compleja para las ciencias biológicas. A grandes rasgos, se entiende como un fenómeno de la primavera, donde aparece una gran diversidad de flores en una zona desértica del país, en este caso las regiones de Coquimbo y Atacama, y para que puedan aparecer estas flores en la primavera tiene que haber habido abundantes lluvias en el invierno anterior y también suficiente frío.

Ambas condiciones son muy relevantes porque tanto el frío como las abundantes lluvias, permiten que las semillas y los bulbos rompan su dormancia y puedan germinar.

Existen plantas que perduran en forma de semilla y otras, las llamadas geófitas, que perduran en forma de bulbo. Por ejemplo, dentro de las plantas que germinan a partir de semillas, se encuentran: malva de campo, suspiro, pata de guanaco. Dentro de las plantas de bulbos tenemos todas las añañucas, los cebollines, también los lirios de campo y la garra de león, que tienen más bien un rizoma, pero funcionan de la misma forma que un bulbo en este caso.

Desde hace algunas semanas se pueden observar las primeras flores características del Desierto Florido, y las podemos observar en cerros, quebradas y costa.

En la zona costera es más fácil de encontrar mayor diversidad en espacios más reducidos. Y en las zonas del interior, es más probable, si es que ocurre, que se den extensos mantos de kilómetros cuadrados con rosado o con blanco, dependiendo de las plantas.

El Desierto Florido es parte de un ecosistema muy sensible a todo tipo de intervención. No es recomendable caminar entre las flores ni tampoco arrancar las flores tratando de llevar un ramo para la casa porque ninguna de las plantas va a sobrevivir más que uno o dos días en el florero, mientras que en naturaleza podrían permanecer durante semanas, entregando alegría y asombro a muchas personas que puedan ir a visitar.

Dra. Alexandra Stoll, líder del Laboratorio

de Microbiología del Centro Científico CEAZA