La iniciativa permitió  compartir numerosos conocimientos socioecológicos y líneas de trabajo desarrolladas en las parcelas experimentales de esta reserva de la Biósfera

 

Con el simposio internacional “Investigación de largo plazo para la conservación basada en evidencia”, el Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, celebró los 35 años de investigaciones y monitoreo continuo en el Parque Nacional Bosque Fray que constituye un oasis de biodiversidad donde habitan más de 440 especies de flora nativa y al menos 227 especies de fauna autóctona. De paso   constituye un gran laboratorio natural dando vida al estudio científico de largo plazo de mayor duración en toda Sudamérica.  La actividad   se realizó del 7 el 9 de agosto en la Universidad de La Serena y el Parque Nacional Bosque Fray Jorge.

Las jornadas permitieron compartir numerosos conocimientos socioecológicos y líneas de trabajo desarrolladas en las parcelas experimentales de esta reserva de la Biósfera, dirigidas fundamentalmente a comprender cómo los fenómenos climáticos -con períodos de lluvias y sequías- impactan en la biodiversidad, ya sea en plantas, pequeños mamíferos, aves, depredadores y artrópodos. Asimismo, la actividad consideró experiencias desarrolladas en otros sitios de estudio de largo plazo en Chile, como la Estación Biológica Senda Darwin, con el objetivo de fomentar políticas de conservación basadas en ciencia.

El simposio incluyó además el workshop: “Construyendo un Plan de Gestión para la Reserva de Biosfera Fray Jorge”, donde las comunidades locales participaron activamente en el desarrollo de estrategias para la conservación y el manejo sostenible de esta área protegida.  Además, se realizó un emotivo homenaje a Julio Gutiérrez y Juan Armesto, investigadores y fundadores del IEB que dejaron una importante huella, y cuyo legado busca ser preservado. Finalmente, la actividad culminó con un tercer día de terreno en el Parque Nacional Bosque Fray Jorge, donde las y los participantes pudieron conocer los estudios de largo plazo liderados por el IEB junto a la Red LTSER Chile y la Universidad de La Serena, realizando también una caminata por el bosque relicto de tipo valdiviano que tanto sorprende a los visitantes. También contó con la participación del Centro Científico CEAZA, quienes forman parte del Comité de Gestión de la Reserva de la Biosfera Fray Jorge.

ESTUDIOS DE LARGO PLAZO

El presidente del IEB e investigador de la Universidad de La Serena, Francisco Squeo,  destacó que es  importante conocer los estudios que se han mantenido de forma ininterrumpida, con la participación de muchos investigadores, entre ellos, Julio Gutiérrez, Juan Armesto, y Peter Meserve, fundadores de esta iniciativa. “En ese contexto, hay que destacar la importancia de este esfuerzo por sobre los proyectos de investigación de cuatro o cinco años. Las oscilaciones de los años Niño y Niña, y sus efectos sobre la biodiversidad, sólo son posibles de recabar con estudios de largo plazo y el monitoreo del comportamiento de los ecosistemas. Fray Jorge es un ejemplo de perseverancia de los científicos y de la CONAF, al permitir investigación dentro de un área protegida, cuya evidencia es de alta relevancia a nivel mundial, y también para las comunidades que viven alrededor del parque”, sentenció.

El científico Douglas Kelt, investigador de UC Davis admitió que la  evidencia y datos que  se ha recogido durante 35 años, “muestra muchas variaciones año a año, algo que un estudio de corto plazo no podría decir mucho, para entender las dinámicas ecológicas. Todo lo que estamos aprendiendo en esta actividad y en los años de trabajo en el parque, es muy valorable para gestionar, manejar y conservar todo este ecosistema y su biodiversidad en el futuro”, subrayó.

Alejandra Troncoso, investigadora del IEB y de la Universidad de La Serena, y encargada de la Red LTSER del Parque Fray Jorge, calificó de exitoso el simposio y la labor realizada durante más de 30 años en este ecosistema. “Este tipo de eventos tiene la virtud de juntar a personas que no solo vienen de la academia, sino también del sector público, de comunidades agrícolas, y la sociedad en general. Y son oportunidades que no se pueden desperdiciar porque los espacios de conversación, el diálogo sobre las amenazas, las necesidades y cómo mejorar nuestro quehacer, es fundamental. Por otro lado, es un gran honor y también una gran responsabilidad tener un estudio de largo plazo de tanta data, que contribuye tanto a la institucionalidad pública, como a ser un referente para jóvenes investigadores”, profundizó.

Paula Gatica, Coordinadora de la Red de Estudios Socioecológicos de Largo Plazo, y una de las organizadoras de la jornada también destacó la relevancia de tener un simposio con participación de diferentes sectores. “La importancia de reunir a los distintos actores, es que la investigación pueda llegar a ellos, que se puedan tomar decisiones a partir de lo que la ciencia está recolectando y analizando, y que se puedan obtener soluciones basadas en la naturaleza”, argumentó.

De la misma forma se mostró satisfecha por el trabajo colaborativo que han desarrollado. “Estamos conmemorando los 35 años de una alianza muy estratégica que tenemos con la academia, en pos de la conservación de este tan bello parque y la conservación del patrimonio ambiental de la región de Coquimbo, para nosotros que estamos ad portas de presentar un nuevo plan de manejo para esta unidad, finalmente es una alianza muy estratégica la que estamos materializando porque todos los indicadores que tenemos asociados a los objetos de conservación van a estar principalmente monitoreados en colaboración con la academia así que es una muy buena jornada”, señaló.