En Chile, el 18% de la población tiene más de 60 años. Es decir, unos 3 millones 650 mil personas. Este número es ocho veces superior a lo observado en 1950 y, según estimaciones del INE, el porcentaje aumentará a un 32% en 2050.

Este acelerado proceso de envejecimiento incrementa las necesidades de apoyo hacia las personas mayores, en la medida que disminuye su capacidad para desarrollar actividades cotidianas muy concretas, como alimentarse, bañarse o vestirse. Cerca de 800 mil personas mayores presentan algún grado de dependencia, lo que, sumado a la presencia de dos o más enfermedades crónicas, acrecienta su requerimiento de servicios de cuidados de larga duración.

Pero este fenómeno no afecta a toda la población por igual. Las personas mayores que viven en situación de pobreza enfrentan una realidad mucho más compleja, habitando viviendas precarias que no son aptas para enfrentar un envejecimiento digno y saludable. Así, las personas mayores con menos recursos tienen dos a tres veces más altos niveles de dependencia que las personas de más ingresos, y hasta 10 años menos de esperanza de vida.

En este escenario, enfrentar la complejidad que genera el envejecimiento de la población requiere de respuestas urgentes y distintas a lo que se ha hecho en las últimas décadas. La alternativa de “envejecimiento en el lugar” (aging in place), que surge desde la evidencia internacional, plantea que las personas mayores permanezcan en su propio hogar por el mayor tiempo posible, asegurando su autonomía y retrasando su derivación a una residencia de larga estadía. Ésta es una última alternativa para recibir cuidados de largo plazo, pero no siempre es deseada por las propias personas mayores.

Los dispositivos de atención domiciliaria se han convertido entonces en prioridad en muchos países. Permiten el envejecimiento de las personas en su entorno y comunidad, y nos impulsan a avanzar en la creación de sistemas de apoyo y cuidados, que los acompañen, apoyen y cuiden en el lugar donde habitan. Aunque quizás hoy  no lo imaginamos, con las condiciones adecuadas, esto es posible y deseable.

En base a este desafío en Hogar de Cristo, hemos publicado el estudio “¿Dónde envejecer? Estándares de calidad en la atención domiciliaria para personas mayores en Chile”, sexta entrega de la serie “Del Dicho al Derecho” donde proponemos un modelo de atención domiciliaria de larga duración que busca envejecer en el domicilio de forma digna y saludable, con autonomía e incluido en la comunidad.

Esperamos que este trabajo sea un importante insumo para la discusión país. Y que acompañe la tramitación del proyecto de ley que crea el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados. Reiteramos nuestra disposición para aportar en este objetivo.

María Isabel Robles M,

directora técnica nacional Hogar de Cristo