Mezclando humor y la historia de los personajes y agrupaciones que marcaron el pueblo,  los integrantes de Los Chicos de la Plaza resaltaron la importancia de la localidad.

Con un desfile ‘diferente’ donde mezcló la creatividad y sobre todo el cariño por quienes construyeron el pueblo de Agua Grande, los integrantes de la agrupación Los Chicos de la Plaza festejaron las Fiestas Patrias y de paso se transforma en un reconocimiento a los fundadores de la localidad y a las diferentes organizaciones que dieron vida al sector. La iniciativa fue seguida por numeroso público que agradeció la puesta en escena que se viene realizando en los últimos tres años.

Con atuendo de ‘huaso’, Rolando García encabezó el desfile de su organización. Confiesa que fue un orgullo participar de esta actividad. “He vivido toda una vida en esta localidad y advierto que cada día progresa más esta localidad para felicidad de todos los ‘chaguarinos (nombre que se conocer el pueblo por la cantidad de chaguares que se da en los alrededores)”, argumentó.

Francisco Álvarez desfiló con su pequeña hija vestido con atuendo de ‘huaso’ y coincide en la importancia de mantener  vigente esta tradición. “El objetivo es  que se mantenga en el tiempo. Lo bueno es la cantidad de gente que participa y asiste”, enfatiza.

Entre los personajes característicos del pueblo desfilaron el “lechero”, un grupo de mineros portando sus lámparas y capachos confeccionados de cuero.  También y  en forma jocosa,  pasó  frente a la tarima principal, la “ambulancia del pueblo” graficada en una antigua camioneta. Incluso, en su recorrido debió atender  un parto de una pobladora que solicitaba ayuda. Igualmente pasó por la tarima principal  un grupo de rescatistas  y  la primera compañía de bomberos, “con su carro de última generación”, advertía el locutor oficial.

Recibieron los aplausos la presentación de la policía ‘Chaguarina’ PAG (Policía de Agua Grande), “preparada para proteger y resguardar la seguridad del pueblo”, los integrantes de la agrupación folclórica y del Rancho Escondido y del sector Los Pequenes liderados por don Fernando Peralta.

Alex Contreras  integró el contingente militar junto a su familia y confesó la alegría que le generó observar el interés  de los pobladores. “Es una satisfacción enorme, una actividad que la estamos haciendo  desde hace 4 años con la colaboración de todas las familias y amigos, donde todos quieren participar lo que se agradece”, remarca.

Luisa Herrera Carmona admite que este tipo de actividades le genera nostalgia porque se trata de la tierra de sus padres y abuelos, “tengo raíces profundas con este pueblo y es emocionante representarlos a ellos como nieta”, manifiesta.

La ambulancia del pueblo no estuvo ausente, incluso, debió atender una emergencia

CAUTELAR LA TRADICIÓN

Oscar García, integrante de la agrupación Los Chicos de la Plaza, las ofició como animador y  encarnó al general Augusto Pinochet Ugarte, “la verdad que es un orgullo grande porque uno representa a toda la localidad y los antiguos habitantes y trata de darle ese realce  a este pueblo tan pequeño, pero que es tan llamativo para todos”, expresa.

Recalca que se trata de una actividad diferente, “nosotros mismos vamos construyendo los libretos, haciendo todas las reseñas de cada familia y las diferentes actuaciones. Todo es artesanal y del pueblo”, precisa.

Junto con el desfile y la celebración  de Fiestas Patrias en plena plaza, igualmente se efectuaron juegos populares con la presencia sobre todo menores y jóvenes.

Un vecino encarnó a la ‘rupertina’ provocando las risas del pueblo

ENFRENTANDO LA PANDEMIA

Oscar  García destacó  que la  agrupación se reactivó en el tiempo de pandemia, “nos reuníamos y nos llamábamos Los Chicos de la Plaza y dijimos en vez de estar con los toldos en nuestras casas, porque no nos  reunimos en  la plaza y hacemos una pequeña pampilla y al año siguiente nos propusimos efectuar un desfile diferente, que tenga seriedad y una parte cómica”. Insiste que esperan mantener  esta iniciativa en el futuro, aunque reconoce que los mismos vecinos, “nos colocan una meta difícil, porque nos piden cosas nuevas”, subraya.