En medio de la veranada hacia el sector de Guanaquianita desde la localidad de Almirante Latorre destacan la importancia de mantener esta actividad ancestral y el esfuerzo que realizan para traspasársela a las nuevas generaciones.
‘Pepe ‘ Gálvez es un enamorado de la actividad caprina. La heredó de sus padres y está dispuesto a seguir con ella y traspasársela a su familia. Pero, no sólo eso. También se ha propuesto generar un registro de esta tradición ancestral para que sea conocida por las nuevas generaciones. Con este objetivo para las Fiestas Patrias se acercó al stand que Periódico El Daín levantó en la Pampilla de ‘El 22’ organizada por la Comunidad Agrícola Olla de Caldera donde la temática central justamente era el rescate de las tradiciones y las prácticas utilizadas en el campo. Su anhelo es plasmarlo en un reportaje periodístico e incluso, en la opción de un libro. Admite que las nuevas tecnologías y formas de vida lentamente van sepultando la riqueza de antaño y los ritos que poseían sus padres y abuelos.
El acceder a la cordillera con el ganado arreando es una de ellas. De hecho, él está dentro de los pocos que aún realiza esta labor como en los orígenes. A pulso.
El fin de semana del 3 y 4 de diciembre de 2022 comenzó la travesía y algunos pasajes fueron registrados por su esposa, hija y sobrinos.
La tropa de mulas y caballos fue arreada por Orlando Gálvez Velazco (49) y su sobrino Ricardo Santander Gálvez (11). Salieron de la majada El Morro de del sector Almirante Latorre y se demoraron 10 horas caminando al lugar de destino: La Majada Los Cuyanos en Guanaquianita, dejando atrás las majadas El Potrillo, Carrizal y Polvito.
El apoyo por camioneta lo coordinó su esposa Malvina Alarcón (42) y su hija Lupita Gálvez Alarcón (9). Además, en un segundo vehículo de apoyo viajaban iba Cristián Suárez (42) y Hortencia Gálvez Velazco (45) y Denisses Chávez Galvez (22).
“La verdadera transhumancia para mí es un patrimonio vivo que está quedando y los pocos arrieros que quedamos (la mantendremos). La verdadera transhumancia es arrear los animales cuatro o cinco días a las tierras más altas”, le responde a su hija Lupita, quien le formula las preguntas mientras limpia un espacio donde beberán agua sus animales.
Asegura que cada año espera la temporada de subir a las altas cumbres con su ganado. “Nací en esto y me criaron y espero que no se termine. Es una tradición muy bonita y nunca la dejaré mientras pueda, porque así como mis padres me criaron, yo criaré a mis hijos. Les daré estudios (…) Este es un trabajo sano, limpio y una actividad muy bonita de la cual se puede vivir”, recalca.
No esconde su temor que los periodos de sequía afecten esta actividad, pero admite que resistirá estoicamente, “es probable, pero habiendo gente como uno y otros pocos que quedan no debería terminarse porque si antes no había ayuda ni nada, hoy día tenemos un poco más de comodidad como vehículos, además hay caminos para la cordillera lo que es una gran ayuda”, profundiza.
CONTINUANDO CON LA TRADICIÓN
Con 9 años Lupita Gálvez es todo un ejemplo de perseverancia y amor por el campo y la actividad caprina. De hecho ella misma en plena cerro admite que le gusta colaborar con su padre en esta tarea. Su personalidad sorprende. “De la actividad caprina me gusta arrear animales por tierra y andar en las cordilleras altas y ayudar a mi papá con la tropa”, le responde a su madre en un registro de video.
No esconde que le provocaría temor y frustración si su padre por los efectos de la dura sequía que aún afecta a la Región de Coquimbo, se viera obligado a vender el ganado y tener que dedicarse a otra labor. “Me daría pena y a la vez miedo, si la sequía termina con la actividad caprina, porque yo igual tengo mis cabras y animales y me daría pena venderlos porque he estado toda una vida con ellos”, enfatiza.
Es por ello que su mensaje a las autoridades es claro y tajante. “Deberían venir más ayuda para el campesino como mi papá quien ha estado toda una vida en el campo con sus animales y lo que les podría decir es que traigan más ayuda como víveres o agua o tinas de regalo o cosas así”, precisa.